La Biblia nos enseña que hay dos clases de niños en el libro de Proverbios 10:1
•El hijo sabio que trae alegría a su padre
•El hijo insensato que constituye dolor a su madre.
El plan de Dios para nuestros hijos encaja con la primera descripción. Dios no diseñó el hogar para que produzca hijos insensatos. Los hijos deben de ser bendición y no maldición. Ellos están diseñados para traer alegría y satisfacción (Isaías 8:18).
El enemigo no descansa, no juega, no da tregua, no duerme. El anda como un león rugiente está buscando a quien devorar y los animales de caza acechan y hacen su víctima del más tierno de la manada, de aquel que camina solo, del que está herido o enfermo ¿Está usted durmiendo espiritualmente hablando?
Grande es el número de personas que están perdiendo la batalla de criar a sus hijos. Es un grito desesperado que escucho por todas partes, principalmente de las madres solteras. Expresiones como: no sé qué hacer con mi hijo, mi hijo no obedece, mi hija está perdida, necesito ayuda, necesito oración, etc., son el día a día aún en la congregación cristiana.
El hogar es el que moldea a los hijos, si hay disfunción en el hogar, los hijos serán disfuncionales y vivirán frustrados. Por esta razón el enemigo trabaja en contra de los matrimonios porque sabe que es el fundamento que Dios ha establecido para que la familia sea saludable y en consecuencia la sociedad.
En nuestra sociedad el matrimonio está bajo ataque y en consecuencia hay una epidemia de divorcios, hijos abandonados o no deseados, ausencia de padres y madres solteras.
La familia comenzó con la bendición de Dios. Génesis 1:28 dice: Y los bendijo Dios. Orar por la familia es la fundación que mantendrá el hogar unido, como la frase que dice: la familia que ora unida, se mantendrá unida.
La oracion por la familia se puede hacer en muchas formas: usted puedo hacerlo solo, con su esposa (o), con los miembros de su casa, o con sus amigos o hermanos de iglesia. Este tiempo de oracion construirá un cerco de proteccion dificil de penetrar por los dardos de fuego que lanza el maligno.
Ore por la liberación de su familia
?Dios hace habitar en familia a los desamparados; Saca a los cautivos a prosperidad; Mas los rebeldes habitan en tierra seca (Salmos 68:6).
Cómo orar
Acepte el llamado a orar por sus hijos y levántese a orar por ellos:
Levántate, da voces en la noche, al comenzar las vigilias; Derrama como agua tu corazón ante la presencia del Señor; Alza tus manos a él implorando la vida de tus pequeñitos, Que desfallecen de hambre en las entradas de todas las calles (Lamentaciones 2:19).
Como Job, hagamos oraciones diarias por ellos: Job enviaba y los santificaba, y se levantaba de mañana y ofrecía holocaustos conforme al número de todos ellos. Porque decía Job: Quizás habrán pecado mis hijos, y habrán blasfemado contra Dios en sus corazones. De esta manera hacía todos los días (Job 1:5).
Pida la gracia de Dios sobre su vida
?Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios (Efesios 2:8).
Crea
?Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis (Mateo 21:22).
Declare las escrituras sobre sus hijos
Al declarar las escrituras sobre sus hijos, usted provocará y desatará la voluntad de Dios sobre sus vidas.
Este libro está diseñado para
Declarar las escrituras sobre sus hijos
Orar por una necesidad en especial.
Por favor siéntase libre de sustituir el nombre de sus hijos, hijas u otros niños en los lugares donde dice hijos, hijo, hija.