Yo era una mujer en mis treinta normal, trabajadora. ¡Si el reloj biológico estaba sonando, pero era menos relevante – me estaba amordazando! ¡Mi vida sexual era tan estéril como el desierto de Gobi! Entonces, casualmente espiaba a mis vecinos teniendo sexo. ¡Al instante me convertí en una pervertida! ¡Una cosa entonces llevó a la otra...!
Extracto:
Una vez que tenía cafeína dentro de mí, hice la cama y abrí las cortinas y luego casi salte. Dave estaba ahí y me miraban directamente con una sonrisa en su rostro. Él estaba vestido, más o menos, con jeans, pero no con camisa y no podía quitar mis ojos de su ancho pecho. El parecía un modelo. Él sonrió ampliamente y levanto un dedo, pidiéndome que esperara, antes de agacharse, fuera de vista y levantando una tarjeta grande. Me tomo un momento centrarme en la tarjeta y luego casi tire el café. Tenía una escritura grande y que había sido escrita cuidadosamente a mano y decía:
¡SABEMOS QUE ESTABAS MIRANDO!
Por un momento, no sabía qué hacer. Solo estaba congelada en un lugar. Dave disfruto mi reacción y cuando mire hacia atrás, Beth se unió a él, vestía una falda corta y un sujetador. Ella paso su brazo por los hombros de su esposo y sonrió calurosamente. Era preciosa.
Tenía que hacer algo. Sosteniendo un dedo como Dave lo había hecho, rebusque entre mis cosas para encontrar un cuaderno grande y un lapicero. Luego escribí rápidamente en una página doble y lo puse contra la ventana:
¡PERO ES QUE SON TAN BUENOS!