Cáldenas el "ruso"

“Cáldenas” el “ruso” era un personaje que trabajaba en la construcción, había aprendido el oficio empíricamente acompañando a su padre en el trabajo.

Su cabello negro ensortijado no requería de ser peinado, por lo que en oportunidades se le veía la cabeza grande ya que no se lo mojaba para aplastarlo.

De estatura baja y figura escuálida hacía pensar que en un futuro no podría ejercer el duro oficio de la albañilería.

Con el tiempo comprobó que si era idóneo para el trabajo y a pesar de que no se alimentaba bien tenía buena fuerza.

El rasgo característico consistía en que no podía pronunciar la “r” y sonaba como una “l”, de tal manera que cuando entablaba una conversación, se escuchaba graciosos, siendo objeto de mofas por esa acción lingüística.

Aunque siempre fue un enamorado, nunca se le conoció una novia. En sus ratos libres practicaba el juego de ajedrez y cuando se embriagaba, eso le causaba problemas porque perdía la cordura.

No sabía hacer contratos de trabajo, por lo que siempre se sentía robado, y aunque algunos clientes manifestaron compensarlo por sus servicios, nunca lo hicieron muriendo en la miseria de una penosa enfermedad terminal.

Se trata de un cuento que no es cuento, porque el sujeto en realidad existió y las cosas que se mencionan aquí son verídicas, narrando anécdotas jocosas de este personaje que valen la pena ser leídas.