El TDAH y los empleos

Después de pasar por dos cambios de trabajo y pasar 5 años, 7 años y 1 año en diferentes empresas en Corea, hice la transición al trabajo como freelance. A medida que la noción de trabajar en una empresa se percibe cada vez más como un mal necesario, he reflexionado sobre mis experiencias y emociones durante mi tiempo en el mundo corporativo como una persona con TDAH. Espero que mis ideas puedan brindar consuelo y orientación a los empleados actuales y ayudar a aquellos que están contemplando dejar sus trabajos a determinar cuándo y cómo avanzar en sus vidas. Permanecer demasiado tiempo en una empresa puede llevar a la estancamiento frente a un mundo que cambia rápidamente. Las empresas tienden a desviar nuestra atención hacia asuntos no esenciales a medida que el mundo evoluciona a un ritmo acelerado, siendo la política de oficina un ejemplo claro. Espero que este libro pueda ser de ayuda para las personas que enfrentan dilemas en el lugar de trabajo y están considerando dejar sus trabajos.

¿Cuándo debería renunciar?

Existe un dicho que dice que el mejor momento para dejar una empresa es cuando aún te sientes apegado a ella, al igual que las hojas amarillentas que caen de las ramas en otoño. Una vez que sales de la organización sin conocer los caminos del mundo, es posible que te falte la energía y el tiempo para prepararte para el Acto 2 de tu vida. ¿Cuándo sería el mejor momento para despedirnos de la empresa?

Cuando comencé mi carrera, al igual que todos, pensé que trabajaría en el mundo corporativo hasta mediados de mis cincuenta. Pero un día, Steve Jobs presentó el revolucionario iPhone y todo cambió. El mundo se inclinó hacia el ecosistema del iPhone, transformando la forma en que vivimos y trabajamos. Con una mejor accesibilidad a Internet y una gran cantidad de contenido en línea, obtuvimos la productividad de poseer toda una fábrica con solo una computadora portátil. Internet se volvió ampliamente disponible, atrayendo a personas y creando valor y empleos. Luego, la pandemia de COVID-19 golpeó, acelerando aún más esta tendencia. En Estados Unidos, los empleados se muestran reacios a regresar a sus empresas, lo que ha resultado en una importante escasez de empleo. Incluso individuos inteligentes que logran conseguir empleos en gigantes globales como Google, Apple o Microsoft suelen irse en un plazo de dos años. La razón es que, sin importar lo grandiosa que sea la empresa, ellos fácilmente perciben que limita su potencial.