Corriendo por la Salvación

La vida del cristiano es comparada a una carrera, el apóstol Pablo se lo menciona a Timoteo en una de sus cartas, somos comparados a deportistas de alto rendimiento y por lo tanto debemos ejercitarnos en la fe, debemos alimentarnos de manera saludable y también es necesario que imitemos a los mejores, a los que están en el salón de la fama de la fe.

La base bíblica principal de este libro se encuentra en Hebreos 12: 1-2

1 Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante,
2 puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios

El autor de Hebreos es desconocido, muchos dicen que fue pablo el autor, pero otros dicen que fue Bernabé, Silas, Apolos o tal vez fue un escritor anónimo. Lo que sí sabemos es que el autor tenía muchos conocimientos de la ley y los profetas y de las costumbres judías.

Lo más probable es que este libro fue escrito en el año 68 (D.C) desde Italia y los destinatarios un grupo de judíos Palestina, Italia, Egipto, Asia menor y Grecia, los cuales estaban pasando por momentos difíciles, porque en ese tiempo el judaísmo tenia la protección de la ley romana, el cristianismo en cambio no gozaba de dicha libertad y protección.

Los cristianos se encontraban con el dilema de; si debían seguir profesando el cristianismo e incurrir en peligros e incluso la muerte o volverse al judaísmo, y así evadir los problemas y los peligros que les acarreaba seguir a Cristo.

El escritor les recuerda que Cristo es mayor que los ángeles, mayor que moisés, Cristo es nuestra ley, nuestro sumo sacerdote, nuestro cordero inmolado y nuestra salvación.

Por eso en el capitulo doce les enseña y les recuerda como mantenerse firmes en la carrera de la fe.