“…los sueños vívidos y las pesadillas, son el resultado de la intensa actividad emocional que de naturaleza inconsciente manifestamos todos los seres humanos; y por este motivo, si deseamos conocer acertadamente sus significados y beneficiarnos del mensaje que ellos nos proporcionan, es imprescindible que desde un principio, aprendamos a reconocer y aceptar la gran influencia que tienen nuestras emociones más recónditas y ocultas, en los diversos estados de ánimo que condicionan y determinan nuestro comportamiento diario, pues aunque nos parezca increíble, nuestra forma de soñar, está íntimamente ligada a la gran mayoría de las angustias y enfermedades que padecemos. Unas angustias y enfermedades cuyo verdadero origen –para su desdicha– la mayoría de las personas ignora por completo”.